viernes, 19 de marzo de 2010

De vuelta

Cada vez son más largos los periodos que pasan entre una entrada de blog y otra. Ésta vez ha sido en parte culpa mia y en parte no.
Por un lado, el trabajo me ha tenido fuera de Bruselas varios días, primero por tierras normandas, después en Paris y más tarde unos cuantos dias en Estrasburgo, vamos lo que viene a ser colonizando Francia! ya sé lo que estareis pensando: "a estas alturas Laura ya es toda una experta en francés"......jajajaja...me parto....sigo igual que al principio, mi propuesta de aprender más francés se ha quedado en eso, una propuesta. Llego tan muerta a casa o a la habitación de hotel que no me apetece nada devanarme los sesillos para memorizar estructuras gramaticales.
Y por el otro lado, los belgas a pesar de vivir en centro-europa tienen un ritmo de república bananera. Son muy suyos, desde que llegué ha pasado por mi casa como tres o cuatro veces ya el técnico de internet, las últimas visitas tenían que ver con un cambio de modem (que no entiendo cómo no me lo cambiaron todo de tirón a finales de diciembre cuando vino el tecnico por primera vez a reactivarme la línea).
Te citan con el técnico en un arco de 5 horas, que si pides que te venga de mañana, puede hacerlo desde las 8 hasta las 12:30, ¡así sin concretar! y los fines de semana obviamente no trabajan. Como os podeis imaginar, yo no dispongo de tanto tiempo y menos como para saberlo con más de una semana de antelación. Pues bien, aqui mi compañía belga, por no estar cuando el técnico ha querido venir entre esas 5 horas de espera, me ha quitado la conexión de internet en dos ocasiones. Pagando las facturas de internet ellos creen normal quitarte el servicio porque se les antoja de esa manera.
La primera vez mi casera consiguió que activasen la conexión, la segunda de las veces ni llamándoles ladrones en mi "perfecto inglés" ha conseguido que me la devolvieran y los muy cazurros no me han repuesto el servicio hasta que finalmente alguien ha estado en casa para abrir la puerta al técnico. Al cúal, además de las 5 horas de espera en el día citado he tenido que esperarle una semana y media sin tener acceso a internet. Como para matarlos!
¡¡Cualquiera diría que estamos en la capital de Europa!!

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